domingo, 8 de marzo de 2015

Cuento ¿a que sabe la luna?



Hola Amigos!!

Buenas noches a todos, hoy para terminar la semana os traigo un cuento muy bonito, que me gusta mucho.

Los cuentos son una  herramienta didáctica  que  permite  ir desarrollando en los  niños  competencias comunicativas ,argumentativas ,interpretativas, que serán luego la pauta  para el desarrollo  de habilidades fundamentales  en su  constante  interacción  con un mundo  en el que  es  necesario  tener la capacidad de leer ,escribir, hablar y escuchar .

seria recomendable que tras la lectura a los niños del cuento se hiciera un a representación de como los animales han conseguido saber a que sabe la luna, con ello conoceremos si los pequeños han comprendido el cuento.


A continuación os dejo este precioso cuento:


Hacia mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a que sabia la luna. ¿seria dulce o salada?
tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos.
Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande pudo alcanzarla.

Un buen día, la pequeña tortuga decidió subir a la montaña mas ata para poder tocar la luna.
Desde allí arriba, la luna estaba mas cerca, pero la tortuga no podía tocarla. entonces, llamo al elefante.

- si te subes a mi espalda, tal vez lleguemos a la luna. 

Este pensó que se trataba de un juego y, a medida que el elefante se acercaba, ella se alejo un poco.
como el elefante no pudo tocar la luna, llamo a la jirafa.

- si te subes a mi espalda, a lo mejor la alcanzamos. Pero al ver a la jirafa, la luna se distancio un poco mas.

La jirafa estiro y estiro el cuello cuanto pudo, pero no sirvió de nada. Y llamo a la cebra.

- si te subes a mi espalda, es probable que nos acercamos mas a ella. La luna empezaba a divertirse con aquel juego, y se alejo otro poquito. 
La cebra se esforzó mucho mucho, pero tampoco pudo tocar la luna. Y llamo al león.

- si te subes a mi espalda, quizás podamos alcanzarla.

Pero cuando la luna vio al león, volvió a subir algo mas. Tampoco esta vez lograron tocar la luna, y llamaron al zorro.

- Veras como lo conseguimos, si te subes a mi espalda- dijo el león.

Al avistar al zorro, la luna se alejo de nuevo. Ahora solo faltaba un poquito de nada para tocar la luna, pero este se desvanecía mas y mas.

y el zorro llamo al mono.

- seguro que esta vez lo logramos. ¡ anda, súbete a mi espalda! 

La luna vio al mono y retrocedió. El mono ya podía oler la luna, pero de tocarla, ¡ni hablar!.

Y llamo al ratón.

- Súbete a mi espalda y tocaremos la luna.

Esta vio al ratón y pensó:

- seguro que un animal tan pequeño no podrá cogerme.

y como empezaba a aburrirse con aquel juego, la luna se quedo justo donde estaba.
Entonces, el ratón subió por encima de la tortuga, del elefante, de la jirafa, de la cebra, del león, del zorro, del mono, y ...

... de un mordisco, arranco un trozo pequeño de luna. Lo sabroso complacido, y después fue dándole un pedacito al mono, al zorro, al león, a la cebra, a la jirafa, al elefante y a la tortuga. Y la luna les supo, exactamente a aquello que mas gustaba a cada uno de ellos.
Aquella noche, los animales durmieron muy, muy juntos.

El pez que lo había visto todo, no entendía nada y dijo,

- ¡ Vaya, Vaya! tanto esfuerzo para llegar a esa luna que esta en el cuelo.
¿Acaso no verán que aquí, en el agua, hay otra mas cerca?



Muchas Gracias a todos. Feliz noche.

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